dilluns, 2 de juny del 2008

No tinguis por de la por

Nunca me consideré una persona miedica. Siempre afronté mis miedos, sin dudar de mis posibilidades y de mis capacidades. Pero ahora, quince días antes de que esto termine siento que no podré con todo. Me matan los examenes, pero todavía lo hace más el reportaje. Un reportaje que me comé la cabeza día y noche. Siento que me supera y que no puedo con todo. Nunca antes me rendí. Y ahora tampoco pienso hacerlo, pero siento que no podré con todo. Quizás mis presagios sean solo eso, o, simplemente, que estoy pensando que esto llega a su fin. Quien me lo diría a mi. 9 meses por Barcelona, lejos de casa. Y todo es tan contradictorio. 9 meses con gente maravillosa y perfecta. 9 meses sin otra gente maravillosa y perfecta. ¿Por qué no podría estar todo junto? Quizás porqué entonces no tendría lo que tengo. La respuesta es fácil, pero no la consigo asimilar. Llega un punto en que creo que estoy acostumbrada, que ya puedo soportar las despedidas. Pero cada vez me engaño más a mi misma. No puedo aguantar un hasta luego aunque solo sea por 15 días. Me sigue doliendo tanto como el primer día. Porqué nunca creí en proverbios pero es verdad que no te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes. Yo no lo he perdido para siempre, pero lo voy perdiendo por momentos y eso me duele más. Porqué lo recupero por horas y días y ¡zas! vuelve a desvanecerse y a provocarme lágrimas en los ojos. Pero llego a mi casa (ya tengo dudas de decir cual es mi casa), la de Barcelona, y encuentro esta otra gente que consigue que mis lágrimas de nostalgia se conviertan en risas. Porqué ya no sé vivir separada entre dos mundos, entre dos realidades. Sé que todavía puedo aguantar así, pero llegará un día en que me cansaré.
Y yo, debería estar estudiando. Porqué me quedan quince días y lo mejor que sé hacer es lamentarme. Ay, ay y ay. Pero no pongo remedio. Joder.
Después de escribir esto, sigo siendo igual que siempre. Pero con algunas lágrimas menos conmigo.